Las barreras arquitectónicas son el conjunto de todos los obstáculos físicos que en los edificios impiden o dificultan el acceso para personas con movilidad reducida o algún tipo de discapacidad física. Si te interesa conocer ejemplos de este tipo de barreras en los edificios hoy en día y quieres saber cómo pueden hacerse más accesibles, hoy en Fundación Mutua Propietarios, te contamos todo.
¿Qué son las barreras arquitectónicas?
Definición de barreras arquitectónicas
Como hemos dicho, las barreras arquitectónicas son todos aquellos obstáculos físicos presentes en los edificios o también en los espacios urbanos que dificultan o impiden la libre movilidad y el uso de estos espacios por personas con movilidad reducida, alguna discapacidad física, o dificultades de movimiento (como puede ser el caso de las personas mayores, los niños o personas que cuentan con alguna lesión temporal).
Estos obstáculos pueden ser evidentes para todos, como ocurre en edificios que no cuentan con ascensores o escaleras con rampa, pero también pueden ser sutiles y casi imperceptibles para las personas que no experimentan ninguna clase de dificultad, como podría ser, por ejemplo, un pasillo demasiado estrecho como para que entre una silla de ruedas, o una puerta sin apertura automática. Por eso, es importante contar con una serie de medidas para mejorar la accesibilidad de nuestros espacios y edificios, una labor con la que Fundación Mutua Propietarios estamos plenamente comprometidos.
¿Por qué son un problema las barreras arquitectónicas en las viviendas?
Las barreras arquitectónicas en viviendas suponen grandes obstáculos para las personas con movilidad reducida ya que limitan su capacidad de autonomía e independencia. En términos generales, no contar con edificios accesibles para cada persona repercute en la calidad de vida, especialmente en los afectados, pero también en la sociedad en general, que se vuelve menos libre, justa y equitativa. Además, las barreras arquitectónicas en edificios, viviendas y entornos pueden afectar a la autoestima de las personas, generar dependencia e impedir la movilidad en el día a día dificultando la buena integración en la sociedad y la vida comunitaria, así como en la vida personal y laboral de las personas con algún tipo de discapacidad o diversidad funcional.
Tipos de barreras arquitectónicas en edificios de viviendas
Existe una enorme variedad de barreras arquitectónicas con las que las personas con movilidad reducida se enfrentan en su día a día. Poder catalogarlas en sus diferentes tipos nos ayuda a atender de manera particular las diferentes necesidades de accesibilidad:
1. Barreras físicas de acceso
Estas barreras se encuentran en los puntos de entrada y salida de los edificios. Incluyen escalones en la entrada, ausencia de rampas o puertas demasiado pesadas como para empujarlas si se tiene algún problema de movilidad o se utiliza una silla de ruedas.
2. Barreras en zonas comunes (portales, ascensores, escaleras)
En las zonas comunes de los edificios, como son los portales, los ascensores o las escaleras, es muy frecuente encontrarse con obstáculos como puertas elevadas sin rampas, escaleras sin pasamanos ni ascensor o peldaños irregulares. Todas estas barreras podrían impedir que las personas accediesen de manera cómoda a la salida y a la entrada de sus viviendas, impidiéndoles su derecho a la libertad de movimiento.
3. Barreras dentro de las viviendas (puertas, baños, cocinas)
Ya dentro de los hogares también existen barreras arquitectónicas. Son muchas las viviendas que no cuentan con las medidas de accesibilidad necesarias tanto en pasillos y puertas, como en baños y cocinas. Un acceso demasiado estrecho, un cuarto de baño donde no cabe una silla de ruedas o una cocina con elementos de acceso difícil desde una silla de ruedas pueden dificultar enormemente la rutina diaria de las personas con discapacidad y no sólo empeorar su autonomía sino también comprometer su seguridad.
Ejemplos de barreras arquitectónicas en edificios de viviendas
A continuación, realizaremos un breve repaso de algunos ejemplos de barreras arquitectónicas en edificios de viviendas, para poner el foco en cómo pueden llegar a dificultar la vida cotidiana de las personas con movilidad reducida:
Portales sin rampa de acceso
Uno de los ejemplos más comunes es el portal de un edificio al que solo se puede acceder subiendo escalones y que no cuenta con rampas de acceso para sillas de ruedas o carritos. Esto hace que las personas tengan que pedir ayuda cada vez que quieren entrar o salir de su propia vivienda.
Ascensores inaccesibles o inexistentes
Otro problema muy frecuente es que, en muchos edificios antiguos, no hay ascensores o estos son demasiado pequeños para que quepa una silla de ruedas. También puede ser que el ascensor no cuente con puertas automáticas o que no llegue a cota cero (el nivel inferior) y que para llegar a él tenga que superarse un tramo de escaleras. Esto encierra a muchas personas en sus casas, tanto a personas en silla de ruedas como a personas mayores o con dificultades de movilidad, haciendo que tengan que pedir ayuda para entrar o salir y limitando su independencia.
Puertas estrechas y escaleras sin pasamanos
Las puertas demasiado estrechas impiden el paso de sillas de ruedas o andadores. Por otro lado, las escaleras sin pasamanos o con peldaños irregulares suponen un riesgo de caídas y accidentes, llegando a ser muy peligrosas cuando no cumplen con los requisitos de seguridad necesarios.
Adaptaciones recomendadas para mejorar la accesibilidad en viviendas
Entre las adaptaciones más recomendadas para mejorar la accesibilidad encontramos, en primer lugar, la instalación de rampas, ascensores accesibles y puertas automáticas. Además, se recomienda también ampliar la anchura de los pasillos, sustituir bañeras por platos de ducha y asegurar el buen estado de escaleras y pasamanos. Estas mejoras no solo benefician a personas con discapacidad o movilidad reducida, sino que también aumentan la comodidad y seguridad para todos los residentes.
¿Cómo eliminar las barreras arquitectónicas en edificios de viviendas?
Medidas prácticas de accesibilidad
La eliminación de barreras arquitectónicas es todo un reto en el que es necesario ir trabajando de manera progresiva, ya que requiere un análisis de cada situación en función del espacio con el que se cuenta, el tipo de edificio, para lograr soluciones adaptadas. A continuación, te presentamos un listado con algunas medidas prácticas que se pueden llevar a cabo para mejorar la accesibilidad:
- Instalación de rampas en portales y zonas de acceso.
- Colocación de ascensores o plataformas de ascenso.
- Ensanchamiento de puertas y pasillos para permitir el paso de sillas de ruedas.
- Instalación de pasamanos en escaleras y zonas de mucho tránsito.
- Incorporación de sistemas de apertura automática de puertas y elementos de señalización para diferentes tipos de discapacidad física.
Conclusión: un futuro más accesible es posible eliminando barreras arquitectónicas
Las barreras arquitectónicas en los edificios de viviendas suponen un obstáculo real para la autonomía y calidad de vida de muchas personas. Su eliminación no solo es una obligación de las comunidades de propietarios, sino es también una responsabilidad social que puede conseguir lograr una sociedad más justa y accesible para todos.
En Fundación Mutua Propietarios estamos comprometidos con esta misión y queremos ser parte del cambio que ayude a crear espacios sin barreras. Si quieres mejorar la accesibilidad en tu edificio, infórmate sobre las subvenciones económicas disponibles de nuestro Programa de Ayudas Sin Barreras y da el primer paso hacia un futuro más accesible, de la mano de Fundación Mutua Propietarios.


