El artículo de la Directora
Cada día nuestro mundo se asemeja más a una ciudad en crecimiento, explica la OMS en su guía de Ciudades Amigas ara los Mayores. La guía destaca que desde el 2007 más de la mitad de la población mundial ya vive en ciudades, y más de un 9% de la población urbana en mega-ciudades de más de 10 millones de habitantes.
Hoy en día, vivir en una ciudad es un hecho estimulante en muchos sentidos; el movimiento, la gente entrando y saliendo de sus casas, trabajo, el mayor acceso a servicios, oportunidades y actividades han hecho que muchas personas en el último siglo se fueran aproximando de estos núcleos urbanos. Esta situación de concentración de personas, inicialmente nos lleva a pensar que estamos más comunicados y menos solos, pero la realidad muestra que a menudo ni tan solo somos conocedores de los vecinos más allá de nuestra planta.
En el estudio sobre la accesibilidad de las viviendas españolas realizado por nuestra Fundación Mutua de Propietarios se detectó que un 18% de las personas que residían en comunidades y que fueron encuestadas no supo responder si había vecinos con movilidad reducida en su edificio y los que sí respondieron no precisaron cuantas.

El intercambio de pequeñas palabras, el mostrar interés por estos mayores que residen solos, son sin lugar a duda, pequeños gestos que pueden ayudar a dar grandes pasos para combatir la soledad y detectar situaciones graves como caídas o dificultades en sus vidas.


