En España, alrededor de 4,3 millones de personas tienen algún tipo de discapacidad. Sin embargo, esta cuestión no parece lo suficientemente relevante, puesto que, gran parte de los edificios residenciales no son accesibles. Por este motivo, desde la Fundación Mutua de Propietarios trabajamos para cambiar esta situación, porque la accesibilidad, además de ser una cuestión de derechos fundamentales, también es importante para lograr una transformación urbana y social.
Teniendo en cuenta la falta de accesibilidad en los edificios de viviendas, el sector inmobiliario debería plantearse la siguiente cuestión: ¿Puede la accesibilidad aumentar el valor de una vivienda?
Desde la Fundación Mutua de Propietarios consideramos que sí, ya que adaptar la parte común de un edificio de viviendas o una vivienda unifamiliar mejora la calidad de vida de todas las personas y, al mismo tiempo, es una inversión que revaloriza la propiedad.
Por lo tanto, la accesibilidad es una decisión imprescindible, en una comunidad de propietarios que no dispone de accesibilidad colectiva, y más, si cabe, si en ella residen personas con movilidad reducida.
Accesibilidad: requisito creciente en el mercado inmobiliario
El envejecimiento de la población, junto con la creciente concienciación sobre la diversidad funcional, está provocando una transformación en el mercado de la vivienda. Cada vez más personas buscan hogares que les posibiliten desarrollar su vida de forma autónoma y segura, aumentando así, la demanda de hogares adaptados a personas con movilidad reducida.
Atender las necesidades de estas personas, no solo implica la instalación de ascensores o eliminar las barreras arquitectónicas, sino que se deben crear espacios funcionales, seguros y cómodos para cualquier inquilino, sin importar su condición física o su edad. Es decir, que las viviendas y edificios deben diseñarse desde la perspectiva de accesibilidad universal.
Los inmuebles accesibles se están convirtiendo en una oportunidad de mercado importante para los inversores, propietarios y promotores, ya que están encontrando en ellos grandes posibilidades, tanto en el mercado de compraventa como en el de alquiler. De este modo, se puede afirmar, que la accesibilidad debe considerarse como un valor añadido que aporta grandes beneficios al sector inmobiliario.
¿Cuánto puede aumentar el valor de una vivienda adaptada?
En términos numéricos, los estudios de mercado que se han ido realizando a lo largo de los años, han determinado que una vivienda adaptada puede aumentar su valor entre un 5% y un 15%. Dicho crecimiento puede variar según la ubicación, el tipo de adaptación y el estado general del edificio. Por ejemplo, en lugares donde la accesibilidad de los edificios aún no está muy desarrollada, disponer de un ascensor o de rampas puede suponer una diferencia relevante en el precio final de los inmuebles.
Mejoras como la instalación de ascensores o elevadores, la eliminación de escalones en los accesos, la colocación de rampas, un video portero accesible o la incorporación de tecnologías, influyen directamente en el valor de la vivienda. Esto podría suponer un inconveniente, ya que se está afirmando que, adaptar los edificios para personas con movilidad reducida conlleva una mayor inversión; sin embargo, desde el punto de vista inmobiliario supone más beneficios que pérdidas, ya que, esta condición de accesibilidad no solo revaloriza la propiedad, sino que reduce su tiempo medio en el mercado y mejora la reputación del inmueble.
Beneficios de la accesibilidad
Desde el punto de vista económico:
La accesibilidad es una muy buena opción para propietarios e inversores, ya que revaloriza los inmuebles y aumenta su atractivo en el mercado. Una vivienda adaptada tiene una mayor demanda, lo que supone una reducción del tiempo de venta o alquiler y, en ocasiones, permite fijar cantidades más competitivas.
A nivel financiero, la accesibilidad puede facilitar el acceso a subvenciones públicas y beneficios fiscales, que ayudan a reducir los costes iniciales de las reformas de otros aspectos técnicos. Con el paso del tiempo, la vivienda accesible se convierte en una inversión positiva, puesto que, incrementa el bienestar y la permanencia de los inquilinos, y refuerza el valor del inmueble.
En resumen, una vivienda accesible presenta las siguientes ventajas económicas:
- Revalorización del inmueble.
- Mayor demanda.
- Público más amplio interesado en el inmueble.
- Reducción del tiempo en el mercado.
- Mejor rentabilidad en el alquiler.
- Acceso a subvenciones y ayudas públicas.
- Mayor valor patrimonial a largo plazo.
- Reduce el riesgo de accidentes.
Desde el punto de vista social:
A pesar de que el incremento del valor de mercado es un argumento importante, la accesibilidad también ofrece otros beneficios que van más allá del aspecto económico. Desde una perspectiva social, las viviendas accesibles ofrecen multitud de ventajas, entre las que destacan:
- Fomenta la autonomía: Facilita la independencia de las personas mayores o con discapacidad.
- Mejora de la calidad de vida: Aumento de la seguridad, la comodidad y el bienestar de quiénes viven en ellas.
- Reduce la dependencia de cuidados externos: Disminuye la necesidad de ayuda por parte de las familias y/o de cuidadores.
- Favorece la inclusión social: Permite la participación en la vida cotidiana y optar a las mismas oportunidades sin tener en cuenta el tipo de movilidad de cada persona.
- Fortalece la cohesión comunitaria: Crea entornos más igualitarios, seguros y respetuosos con la diversidad.
- Permite el envejecimiento en el hogar: Con viviendas para toda la vida, se evita traslados obligados a otras viviendas a ciertas edades, permite envejecer al hogar donde las personas se sienten seguras y se retrasan posibles traslados tempranos a residencias o centros.
- Contribuye a la sostenibilidad urbana: Promueve ciudades más resilientes, equitativas y habitables para todos.
Invertir en accesibilidad es invertir en futuro
La accesibilidad no solo representa una condición técnica o un requisito legal, sino que, supone una oportunidad de transformación. Las viviendas y edificios adaptados para personas con movilidad reducida están consideradas como una estrategia inteligente para propietarios, inversores y promotores, ya que incrementa la rentabilidad de sus activos (esta condición puede llegar a aumentar el valor de los inmuebles entre un 5% y un 15%) y les permite adaptarse a una demanda social en crecimiento.
Por este motivo, desde la Fundación Mutua de Propietarios, continuaremos trabajando para que la accesibilidad se convierta en un requisito fundamental dentro del sector inmobiliario y se consolide como un estándar de calidad en la vivienda. Invertir en accesibilidad es invertir en el presente y en el futuro, construyendo ciudades y hogares más humanos e inclusivos y constituyendo un sector inmobiliario más valioso y sostenible.
Si está interesado en eliminar las barreras arquitectónicas, infórmese de las ayudas económicas con convocatoria abierta del Programa Sin Barreras, y les invitamos a conocer todos nuestros programas, donde persiguen el objetivo de concienciar a la sociedad, ayudar y darle la importancia suficiente a la accesibilidad.


